Realmente podemos afirmar que son los que más se están estudiando. Para conseguir la relación óptima entre transmisión de la luz, control solar y aislamiento térmico.
El objetivo es conseguir la mayor transmisión de luz, pero con un control solar adecuado para evitar deslumbramientos y sobre calentamiento. Por supuesto con la máxima resistencia térmica del material, es decir, el mínimo valor Uv (transmitancia del vidrio).
Se consigue resultados excepcionales atomizando una de las caras del vidrio para conseguir tener un abanico muy amplio, jugando con los 3 valores anteriores. En función de donde se vaya a colocar el vidrio y la aplicación que se quiera conseguir.
Todos estos tratamientos alcanzarán su mayor eficiencia combinándolos con un doble vidrio, el cual nos permitirá también ampliar las prestaciones jugando con el gas que coloquemos en la cámara.